En el despacho de la Casa de Nariño, el presidente agarraba su teléfono móvil con frenesí. En sus ojos brillaba una luz azulada, parpadeante, reflejo de la pantalla que absorbía su atención. Sus dedos tecleaban con furia, dando vida a un flujo constante de mensajes que se difundían por el mundo en un instante. Su mirada era distante, ajena a la realidad que lo rodeaba, como si el mundo entero se redujera a una ventana en la palma de su mano. Las voces que lo rodeaban, las demandas que lo desafiaban, las urgencias que lo llamaban, todas parecían desvanecerse en la niebla de un olvido involuntario. En su mente, sólo existía un mundo en el que él era el amo y señor, el que dictaba las normas y establecía los límites, el que guiaba el destino de millones con sus palabras escuetas y su verbo ligero. Era un mundo en el que la verdad se medía en caracteres y la ley se resumía en hashtags. Pero ese mundo era un espejismo, una ilusión que lo envolvía en una maraña de mensajes vacíos y not...
Muy hermosa carta. Te felicito sinceramente. Dios te bendiga y te dé muy larga vida para que disfrutes de la compañía de tu maravilloso hijito. Que Dios te lo proteja siempre y que la luz deL del espíritu Santo ilumine y guíe sus pasos. Es evidente que has desempeñado excelentemente tu papel de padre. Tu hijo debe sentirse muy orgulloso.
ResponderEliminarEn lo personal se me complica escribirle una carta a algunos de mis hijos,pues se me desbordan tantos sentimientos que el espacio se me hace insuficiente,y debo decir que me encanto su carta,la leo y la vuelvo a leer y realmente refleja un gran amor de padre. saludos, paz a vos
ResponderEliminarHermoso y significativo mensaje a tu hijo. Me veo reflejada en tus palabras cuando a diario a millas de Distancia, cada mañana y cada noche hacemos un balance con el mio, 21 años, es maravilloso poder sembrar en ellos con amor y respeto valores, sueños y ser de alguna manera una guia.... como le digo a José Luis, yo solo soy como esas li eas blancas a lado y lado de tu vida... que puede darte una alerta de peligro...el timón lo llevas tú.
ResponderEliminarY que no le as falte la Bendición de Dios. En sus manos es donde más seguros los podemos protejer.
DVL.